«Tu trabajo»: definir la responsabilidad
para reducir la presión
por Verena del Valle
«Tu trabajo»: definir
la responsabilidad
para reducir la presión
por Verena del Valle
En la consulta o en el hospital, pocas cosas son opcionales… a veces la negociación forma parte del menú, pero muy a menudo acaba en un tratamiento impuesto al niño/a y una experiencia traumática. Preparad a vuestro hijo/a teniendo en cuenta las otras cápsulas de preparación (Regla de los 5 sentidos, Validación) y dad solo opciones cuando realmente haya una opción; para el resto usad frases claras como “tu trabajo es…” o “es la hora de”… sí, esto significa NO FORMULAR PREGUNTAS CUANDO NO HAY REALMENTE LA POSIBILIDAD DE RESPETAR EL «SÍ» O EL «NO» DEL NIÑO/A.
«Los niños/as piensan de forma muy lógica… Si le preguntamos al niño/a “¿Quieres tomar la medicina?”, el niño/a entiende que le estamos preguntando… «
Los niños/as piensan de forma muy lógica… Si le preguntamos al niño/a “¿Quieres tomar la medicina?” o “Es la hora de la medicina, OK?”), el niño/a entiende que le estamos preguntando… así que, en su mente lógica puede elegir la respuesta SÍ o NO. El niño/a a menudo dirá NO, y después cuando igualmente procedamos y tengamos que imponer la medicina… el niño/a no solo no estará contento/a con la medicina, sino que sobre todo estará frustrado/a porque ya no entiende el mundo (Puesto que el adulto le acababa de preguntar algo y no ha respetado su respuesta).
Una posible formulación sería: “Marc, ahora es el momento de la medicina, tu trabajo es tomarla ahora y después podemos hacer una cosa divertida”. Con esta formulación tenemos más probabilidad de que el niño/a ponga el «piloto automático» y tome su medicina sin mucha reflexión. En caso de que a pesar de una formulación adecuada (sin clave de pregunta) el niño/a no quisiese tomarse la medicina, sería muy importante validar el hecho diciendo: “He entendido lo que dices Marc, no quieres la medicina, pero tienes que tomarla, aquí no hay otra opción. En cambio puedes elegir dónde prefieres tomarla, en la cocina o en tu habitación…?” Ceñíos al plan y en la mayoría de los casos el niño/a colaborará.
¿Por qué es importante en el caso de las operaciones?
Una vez tuve un paciente de 10 años que estaba muy preocupado por la anestesia. Después de hablar con él un buen rato, me dijo que tenía miedo porque no estaba seguro de si conseguiría dormirse y de si podría mantenerse dormido durante toda la operación, y le angustiaba pensar que si se despertaba a media operación le harían mucho daño.
Es importante que el niño/a sepa cuál es su trabajo, en este caso: “respirar profundamente en la mascarilla”. Tradicionalmente se suele decir «tu trabajo será dormir»… y es, en mi opinión, un error muy grande aunque basado en una buena intención. El trabajo del niño/a no es dormir, sino recibir la medicina (es la medicina administrada con pinchadita o mascarita que lo hara dormir). También es importante resaltar que el trabajo de mantenerlo/a dormido/a durante la cirugía es de la anestesia, y no suyo; esto le permitió relajarse y concentrarse en “respirar profundamente en su mascarita”.
«El trabajo del niño/a no es dormir, sino recibir la medicina (es la medicina administrada con pinchadita o mascarita que le hará dormir). «
Esta técnica es especialmente útil para los más pequeños que suelen quejarse de no querer dormir. Si nos fijamos, los niños a partir de dos años suelen dejar de querer hacer la siesta, por la noche a la hora de irse a dormir están muy activos y no quieren irse a la cama. En el caso de la cirugía, si ponemos continuamente el foco en la parte de «dormir», el niño/a se revelará más fácilmente, puesto que si ya de por sí está en una fase evolutiva donde el dormir ya no es interesante, aun menos lo es si es por la mañana y no esta cansado/a. Además se encontrará en un ambiente desconocido donde lo que necesita es principalmente «controlar»…y cerrar los ojos es bastante incompatible con controlar 😉.
Pongamos un ejemplo de adultos: si alguien nos subiese a un avión sin decirnos el destino… al aterrizar, a pesar de estar muy cansados del viaje, lo último que se nos ocurriría sería ponernos a dormir, no, primero buscaríamos las informaciones de dónde estamos, entre otras cosas, y ya cuando tuviésemos las respuestas necesarias podríamos pensar en la posibilidad de dormir.