La hospitalización de niños y la gestión emocional correspondiente son aspectos, a menudo, tabús en la sociedad, por lo que las personas no saben cómo reaccionar a ello. Estas emociones atraviesan a familiares y amigos pero, en esta cápsula, se pretende profundizar sobre los hermanos y hermanas de pacientes hospitalizados.

La teoría sistémica habla de que cada persona de la unidad familiar es un elemento y todo movimiento que hace el mismo (mudarse de domicilio, casarse, caer enfermo, morir, etc.) siempre genera cambios en el sistema familiar, provocando emociones diversas a cada una de las personas del sistema. Cuando un hijo es hospitalizado, padres y hermanos viven este proceso de una manera individual y única, por lo que lo primero es: ¿Cómo vivimos cada uno de los familiares este proceso?

Padre, madre o tutor, ¿qué os genera la enfermedad de vuestro hijo o hija? Descubrid primero qué miedos y fortalezas tenéis y sed sinceros con vosotros mismos. Si primero os escucháis y lo analizáis, posteriormente podréis intervenir con hermanos y hermanas de niños hospitalizados.

Una vez este paso ha sido realizado, escuchad y entended al hermano. Con o sin ayuda profesional, hablad con él o ella para profundizar sobre cómo está viviendo la hospitalización y sobre todo cómo quiere vivirla. Responded a sus preguntas de manera sincera y honesta.

Como padres y madres, no sois salvadores ni superheroínas, por lo que no hay que fingir que todo siempre va bien. El vínculo también se crea desde las adversidades y no siempre desde momentos felices y romantizados.

Y la gran pregunta, ¿qué pasa si el hermano o hermana no quiere ir al hospital o está enfadado? En ningún caso hay que criminalizar o chantajear: “Miguel está malito y si tú vas se pondrá mejor” o “A él o ella le gustaría que estuvieras”.

Que no quiera ir, que se muestre enfadado o apático es sintomatología común en este tipo de casos.
En primer lugar, es necesario entender que vuestra atención como progenitores está siendo destinada exclusivamente al hermano hospitalizado, por lo que esto puede generar envidias y soledades. Miradlo y acompañadle, conciliando así la atención de ambos hermanos.

En segundo lugar, y siguiendo el proceso del que hablábamos antes sobre entender y comprender al hermano no hospitalizado, ¿y si la hospitalización del hermano le recuerda a cuándo su amigo o amiga estuvo hospitalizado y lo mal que lo pasaron? ¿Y si tiene miedo a que su hermano le pase algo malo y no sabe cómo gestionarlo? ¿Y si tiene miedo de que le pase también a él o ella?

No es de mejor hermano llamar todos los días al hospital o estar todas las horas del día. Acompañadle para que encuentre la manera de sentirse cómodo en el proceso, os lo agradecerá.

Si decide ir al hospital a visitar, que se sienta libre de estar lo que crea necesario y le podéis proponer varias actividades:

• Preguntarle si quiere visitar el hospital o que vea el vídeo del recorrido del hospital. Esto le puede ayudar a romper mitos y miedos.
• Puede también decorar la habitación del hospital con manualidades y fotos y que pueda ser una actividad individual y familiar.
• Después de que el hermano o hermana haya usado las gafas de realidad virtual, preguntarle si a él o ella también le gustaría usarlas. De esta manera no focalizamos la atención solo en el hermano hospitalizado, sino que también le damos a él o ella la atención necesaria. En el NixiKit, también hay páginas para colorear y actividades específicamente diseñadas para hermanos y hermanas.

No son procesos fáciles, pero recordad, como ya se menciona anteriormente, que el vínculo intrafamiliar siempre está en construcción y estos momentos también se comparte unión, sinceridad y apoyo entre todos los miembros de la familia.